Opinión: Hablemos de pesca sostenible

Por Andrea V. Cajaraville.-

Hablar de pesca sostenible en la Argentina no es tarea fácil. Las cuestiones relacionadas con el desarrollo sustentable, el cuidado medioambiental, la inocuidad de los alimentos y la bioseguridad, parecen materias reservadas a otros países y otras sociedades, no a la nuestra.

Sin embargo, el impacto ambiental de la actividad humana es innegable, y de no trabajar desde la sociedad civil, las empresas privadas y el Estado en el trazado de políticas claras sobre la materia, indudablemente serán las futuras generaciones las que den cuenta de esta irresponsabilidad.

Los stocks naturales de peces en los océanos y sistemas de agua terrestres del mundo entero están siendo agotados por sobrepesca. Esta es una situación bien documentada y preocupante.

¿Qué es la sostenibilidad?

Para entender el concepto de pesca sostenible debemos conocer sus principios, los que se consisten en:

– Realizar la pesca de manera a que no conlleve a la sobrepesca o al agotamiento de la especie explotada, y para aquellas que estén agotadas, la pesca se debe realizar de manera que se pueda demostrar que está en camino a la recuperación.

– Mantener la estructura, productividad, función y diversidad del ecosistema del que dependa la industria pesquera (incluso del hábitat, de las especies que le sean dependientes y con las que estén relacionadas ecológicamente).

– Sujetarse a un sistema de manejo eficaz que respete las leyes y estándares locales, nacionales e internacionales e incorporar los marcos institucionales y operativos que requieren que el uso del recurso sea responsable y sostenible.

¿Cómo evaluar la sostenibilidad?

Evaluar la sostenibilidad de una pesquería es una labor compleja. Sin embargo, el concepto básico es sencillo: las capturas deben mantenerse a un nivel en el que se garantice que las poblaciones de especies, así como los ecosistemas de los que dependen, permanecen sanas y productivas para cubrir las necesidades de nuestra generación y de las generaciones futuras.

Las directrices de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO en sus siglas en inglés) han sentado las bases para fijar estándares de sostenibilidad que se manejan internacionalmente y que son estipulados por organismos expertos en el tema, tal es el caso del MSC (Marine Stewardship Council).

Por pesquería se entiende una amplia gama de actividades pesqueras: desde la utilización de equipos y embarcaciones iguales para la captura de una misma variedad de recursos acuáticos; el manejo, almacenamiento y transporte de la captura; hasta su procesamiento, distribución y venta.

Argentina

Históricamente no ha existido en nuestro país una clara percepción, ni por parte del poder administrador del recurso ni de la sociedad, del impacto económico y social de la pesca comercial en Argentina. A través de los años esto se tradujo en la escasa valoración de su potencialidad económica y social, lo que resultó en una deficiente estructura legal e institucional, incapaz de preservar el recurso de la predación que sufrió en las últimas décadas del siglo.

Entretanto, en el contexto internacional, en 1995 se aprobaba el Código de Conducta Responsable de la ONU para la alimentación y la agricultura (FAO), a través del cual 53 países con flota pesquera de bandera se comprometieron a tomar medidas para recatar y conservar los bancos de pesca.

Para 1998 la Argentina sanciona su Nuevo Régimen Federal de Pesca (Ley 24.922) que crea el Consejo Federal Pesquero (CFP), con independencia orgánica y recursos propios.

Ya en 2009 a través de Resolución del CFP 10/2009 modificó y actualizó el régimen de las cuotas transferibles.

La experiencia enseña que los recursos auto-renovables entre los que se encuentran las pesquerías, se agotan en ausencia de una gestión eficaz, tan pronto como la demanda supera la capacidad de producción de la población de la especie de que se trate. Por ello, las regulaciones públicas y los incentivos que contribuyan a una actividad pesquera responsable son la única posibilidad de entender y neutralizar los impactos que ésta produce en el ecosistema.

El Derecho Pesquero existe en función de la naturaleza y desarrollo de los recursos hidrobiológicos. Una especie extinguida es imposible de ser regulada. La autoridad política tiene que asumir la priorización de la sostenibilidad de los recursos pesqueros.

El consumidor común

Más allá de toda regulación resulta también indispensable la conciencia de los consumidores que, como último eslabón de esta cadena comercial, toman decisiones frente a la góndola a la hora de adquirir productos pesqueros.

Pero, cómo tomar decisiones correctas, cómo entender las implicancias de las compras de determinados productos, es un área en la que la educación resulta fundamental.

Así, por ejemplo, durante la llamada “Semana de compras y acciones ecológicas” que se realiza en el mundo durante la primera semana de octubre, organizada por la Sociedad Sueca para la Conservación de la Naturaleza (SSNC), se abordará en el 2012 el tema del fomento del consumo de pescados y mariscos sostenibles.

De este modo, asumiendo el objetivo de aumentar la conciencia medioambiental, educar, informar y fomentar la pesca sostenible y los beneficios del consumo de productos pesqueros sustentables, la Unión de Consumidores de Argentina llevará a cabo una campaña a los consumidores buscando crear conciencia sobre el impacto ambiental de los métodos de pesca y la necesidad de consumir pesca sostenible. Los objetivos: la difusión, la educación y la modificación de los hábitos de consumo.

Un paso más hacia la concientización que, como integrantes de la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales deben estar dispuestas a dar.

Andrea V. Cajaraville

Unión de Consumidores de Argentina

Para  Diarioinédito.com